Cada día me encuentro acordándome de la razón que tenía mi abuela cuando me decía "no te acostarás sin saber una cosa más". Cada día aprendo de todos mis actos, sobretodo aprendo de mis errores y, algunas veces aprendo y modifico mi conducta y otras vuelvo a caer en el mismo error.
Por ejemplo, yo suelo adelantarme mucho a los acontecimientos y tiendo a agobiarme antes de que las cosas sucedan y luego suelen no ser cosas tan importantes como parecián.
Pues suelo tener esta conducta constantemente y no hay manera de cambiarla, y me agobio, y me enfado, puede que cada vez con menor intensidad pero no consigo cambiar del todo.
Esto me frustra y me entristece porque no quiero ser una vieja gruñona y sobretodo porque hay días que no puedo disfrutar, que me doy cuenta que estoy siendo una amargada.
Siento poner esto en este blog (que en principio es para otra cosa) pero hoy me siento así.
Si queréis podeís opinar.
Bueno, como has dicho cada día te pasa con menor intensidad, lo que significa que sí que lo controlas. Puede que algún día dejes de hacerlo pero, como todas las emociones, requiere una autoregulación de tu parte o una racionalización. Intenta afrontar las cosas cuando vengan que, como dice punset, las cosas parecen peor cuando las piensas que cuando pasan realmente.
ResponderEliminarTe quiero mucho,
Lucy***